Este museo ficticio Loubre nace en oposición a lo establecido por el arte proveniente de los grandes maestros europeos, que fueron impuestos por los colonizadores como nuestros referentes en la pintura peruana. Es una crítica directa al arte elevado.

Me apropio de diferentes pinturas del reconocido museo Louvre en París-Francia, y las intervengo digitalmente dándoles un nuevo significado, con una estética kitsch o tratando de desmantelar lo “estético”, para acercarlo a una imagen carente de “calidad”, con aberración del color y un mal tratado de edición.

En este museo se encuentra también una Hoja de precios, en una moneda ficticia que juega con el significado del valor de la obra. Los títulos y autores también son parte de la ficción.

El modo de impresión de las “obras” es realizado en papel bond, banners, paneles y son pegadas con cinta, sin marco y de diferentes tamaños. 

Lo que se intenta con este museo es atacar el signo mítico de los museos emblemáticos de Europa, a los que muchos turistas van sin siquiera conocer el nombre de las obras.